Andrea Bravo Ampuero
Hay cosas que se olvidan.
Cosas con las que convivimos pero que ya no vemos ni percibimos, cosas que se hacen resistentes al tiempo y lugar, cosas que se hacen invisibles, destinadas a permanecer para siempre.
Cosas que pretenden desaparecer, que persisten y que conviven aprendiendo a adpatarse y a hacerse imperceptibles, y así, solo así, son libres.